lunes, 13 de marzo de 2017

La memoria viva sigue en Radio Reloj

Nadie puede borrar la historia de los pueblos. A las 3:00 de la tarde del lunes 13 de marzo volverá a escucharse la voz de José Antonio Echeverría por la emisora Radio Reloj, tal como sacudió a los cubanos hace 60 años. El otrora presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU), pistola en mano, entró en la cabina de transmisión y conminó al locutor a leer los partes elaborados por el Directorio Revolucionario, que anunciaban el asalto al Palacio Presidencial.

"Pueblo de Cuba -dijo ante los micrófonos de la emisora en La Habana- en estos momentos acaba de ser ajusticiado revolucionariamente el dictador Fulgencio Batista, en su propia madriguera del Palacio Presidencial, el pueblo de Cuba ha ido a ajustarle cuentas..." Sin embargo, los hechos no sucedieron como fueron planificados, pero la acción de esta vanguardia patriótica y su testamento político quedaron para apuntalar hasta el presente el derrotero de la nación y sus ideas de libertad o muerte.
Mientras el mensaje llegó a los rincones de la Isla por Radio Reloj, el joven Carlos Gutiérrez, al frente del grupo que atacaría el Palacio Presidencial, neutralizó por sorpresa a al guardia de la posta y llegó al Salón de los Espejos. Batista no estaba en su gabinete y las fuerzas del tirano se reorganizaron y enfrentaron el ataque. La ausencia del grupo de apoyo y la carencia de un armamento que superara al enemigo venció el espíritu y el ímpetu de Carlos, quien cayó mortalmente herido. El asalto fue un fracaso.
José Antonio partió hacia la Universidad como habían acordado, pero el auto en que viajaba chocó con un patrullero y los enfrentó. Cae herido y finalmente, una ráfaga enemiga lo fulmina. Al rememorar el glorioso suceso y acto de valentía ilimitada, Faure Chomón, quien formaba parte de la aguerrida tropa, ha declarado que de no morir en combate, la presencia del líder estudiantil habría cambiado la situación. Era muy alto su prestigio revolucionario. "Hoy estaríamos recordando otra más grande batalla que la que dio aquel 13 de marzo", afirmó Faure.

La llama de este día ardió para siempre y 21 meses después, el tirano Fulgencio Batista huye ante el empuje de los barbudos, guiados por Fidel desde la Sierra Maestra. El pueblo, los jóvenes, el brazo armado de la FEU por quien dieron la vida José Antonio y sus compañeros, son el crisol de un pedazo de historia que es presente. Por eso, 60 años más tarde, los estudiantes tuneros y cubanos volverán por estos caminos, por suerte de paz, y más que un homenaje, siguen las huellas con sus hazañas cotidianas. Los sueños están cumplidos.

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