La campaña enarbolada en la Isla
Mayor de las Antillas sobre el destaque con cintas y lazos de color amarillo
constituye una demostración de audacia y patriotismo para reforzar la lucha por
la liberación de los antiterroristas cubanos, detenidos injustamente en los
Estados Unidos.
La convocatoria del Héroe de la
República de Cuba, René González de escoger a un símbolo norteamericano ha
prendido de tal manera, que la población no ha esperado el día 12, aniversario
15 de la injusta detención de los Cinco compatriotas, ha sido la respuesta del
pueblo a favor de la lucha internacional por la liberación de los hermanos
presos injustamente en cárceles norteamericanas.
De ahí, que sea común en Las
Tunas las banderolas amarillas ondeando en las principales avenidas o que las
mujeres hayan rebuscado en los armarios diversas prendas de vestir para
confeccionar lazos y cintas, que se incorporan a los adornos en los frentes de
las viviendas y centros laborales.
Las iniciativas se reflejan en
vestimentas, lugares visibles de carros, portafolios, ramos de flores y otras
maneras de amplificar el símbolo norteamericano, que ayude a despertar la
conciencia en dicha nación.
Puede aparecer en palmas,
árboles, salones reuniones, murales, caricaturas y en otros espacios públicos,
que distinguen el quehacer cotidiano.
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