En la tarde de hoy jóvenes
tuneros rememoraron el asalto al Palacio Presidencial y la toma de la emisora
Radio Reloj, protagonizados el 13 de marzo de 1957 por integrantes del
Directorio Revolucionario, bajo el liderazgo de José Antonio Echeverría,
entonces presidente de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU).
En el aniversario 60 de esta
efeméride, estudiantes universitarios de este territorio marcharon desde la
Universidad de Las Tunas hasta la Plaza Martiana, donde se desarrolló un acto
político en honor a la fecha y una dramatización de los hechos.
Beatriz Fernández del Monte,
actual presidenta de la FEU de esa casa de altos estudios, fue una de las que
alzó su voz en recordación a esos valorosos jóvenes que enfrentaron al dictador
Fulgencio Batista y defendieron los intereses del pueblo cubano, entonces
víctima de varios males sociales.
"Esa acción no alcanzó el
resultado deseado, pero sembró un ideal. Fue una expresión de lealtad a los más
firmes principios revolucionarios. A nosotros, los jóvenes de hoy, nos queda
seguir la estirpe de ellos y derramar nuestra sangre también de ser necesario
por defender nuestras conquistas", expresó.
Entre quienes dramatizaron los
hechos se encontraba Marco Antonio Rivero, quien reconoció la valía de la fecha
y dijo: "Solo me hubiera gustado representar a alguno de los héroes y no
al enemigo, pero de cualquier manera es importante que las actuales
generaciones conozcan cómo fue que sucedió todo y no olvide su historia".
Leider Ortiz Pérez, quien
representó a José Antonio Echeverría, recalcó: "Es un privilegio para cualquier
joven revolucionario rememorar un hecho tan significativo". Mientras
Alberto González, otro de los participantes, dijo: "Fue un honor
participar así en el homenaje. Ellos son un ejemplo a seguir y nosotros los
honramos sintiéndonos más cubanos, siendo mejores cada día y estando donde la
Revolución nos llame".
Palabras similares expresaron
Sandy Richard Valdés y Maiquel Ramos, quienes también protagonizaron el
simulacro. Así se mantienen vivos los ideales de esos jóvenes y aquellas
palabras de Echeverría cuando dijo: "Si caemos, que nuestra sangre señale
el camino de la libertad. Porque, tenga o no nuestra acción el éxito que
esperamos, la conmoción que originará nos hará adelantar en la senda del
triunfo".
Y así ocurrió. Aunque este líder
murió poco después de los sucesos, ametrallado en una calle de La Habana y
aunque el dictador pudo escapar, todavía hoy resuenan sus palabras y sobre
todo, su ejemplo. Además, el Directorio Revolucionario que él fundó, organizó
guerrillas en el centro del país y luego, junto al Che y otros hombres justos,
libraron batallas como la de Santa Clara, decisivas en el triunfo de la
Revolución Cubana.
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