martes, 18 de noviembre de 2014

Con el esfuerzo de todos

El proyecto comunitario Por nosotros mismos, nacido del concepto de Revolución expresado por el Líder cubano Fidel Castro Ruz, encuentra su materialización en el quehacer cotidiano de las comunidades tuneras
Nada resulta tan singularmente propio para el cubano tradicional como ese pedazo de tierra donde han calado hondo sus raíces. Y es que para un campesino no existe algo más gratificante que la arboleda plantada en su patio para cobijarle del calor, un jarro de café humeante; el sudor de la camisa ante un surco terminado...

Allí, conocen del aire puro al amparo del guano y la madera, las noches de parranda a la vera del quinqué, de la compañía del sol ardiente por los senderos. Pueblo de hombres tan fuertes como sus mujeres, en espíritu y labranza, dueños del carbón, la agricultura, la producción.
En las comunidades rurales descansa el pasado heroico de una historia rebelde y revolucionaria. Con el triunfo de aquel enero de 1959, a estas márgenes de la geografía le crecieron cooperativas, comercio, servicios de Salud Pública y escuelas.
Hace poco más de un año, se fue colando en la cotidianeidad campestre tunera un proyecto renovador con miras de futuro. Por nosotros mismos llegó con un incentivo de rescate. En poco tiempo se afianzó el grupo de trabajo comunitario y logró hacer valedero el objetivo de entender que el barrio no es solo el entorno donde se vive, sino la primera trinchera de defensa del socialismo, la solidaridad, participación y rescate de la identidad local.
El primer paso fue revelar el banco de esos problemas comunitarios que habían mellado la conciencia social. A partir de entonces, el avance no se hizo esperar. Fue posible la recuperación de los terrenos deportivos, los parques infantiles y espacios públicos, el trabajo de las organizaciones de masas; como fundamento del logro: más del 95 por ciento de los planteamientos encontraron respuesta en el amparo comunitario.
La producción marcó un nuevo ritmo con el incremento de patios de referencia de la Agricultura Urbana y Suburbana. El empeño de las cooperativas locales ha favorecido la recuperación de los viales y en medio del movimiento social generado: la investigación de la historia de cada comunidad, el trabajo con el talento cultural y deportivo desde edades tempranas.
Las Salas de Televisión constituyen -donde fueron enclavadas- la única conexión de sus habitantes con la electricidad. Entre sus paredes se fomentan proyectos culturales, programaciones especiales y charlas educativas para que no falte el derecho de conocer más y disfrutar.
Si algo en especial encontró esta iniciativa provincial entre los terraplenes del campo tunero es el empuje con el que a diario vive y trabaja su gente. Y es que de eso se trata, de lograr un retorno definitivo y necesario a las regiones más importantes de la provincia, a sus habitantes sacrificados con necesidades latentes, a las raíces de la economía y la cultura tunera.
Cada quien guarda en su historia personal un poquito de arrojo y entrega incondicional a esta tierra. "El programa demuestra que debemos alcanzar acciones concretas -explica Rodolfo Torres, coordinador del Proyecto en la provincia- dirigidas a transformar el barrio entre todos los vecinos."

"Vivan como una familia -incentivó cierta vez el primer Secretario del Partido en Las Tunas, Ariel Santana Santiesteban- con la preocupación permanente de qué le pasa al vecino, en qué podemos ayudar, cómo podemos mejorar... Por nosotros mismos es la voluntad, la entrega, el humanismo. La unión de los comunitarios en la búsqueda de soluciones a sus problemas locales ya es una victoria".

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