La destrucción de la vegetación y
las dunas, en la zona costera, son algunos de los daños ambientales que ha
provocado el huracán Irma por la provincia de Las Tunas, de acuerdo con
estudios preliminares de especialistas de la Delegación Provincial de Ciencia,
Tecnología y Medio Ambiente.
Los resultados de estas
evaluaciones iniciales indican que ha sido fuerte el impacto de los vientos y
la penetración del mar en estos frágiles ecosistemas, en los que es posible
encontrar gran parte de la flora endémica del territorio.
Silverio Mantecón, jefe de la
Unidad de Medio Ambiente, dijo a 26 Digital que las dunas de arena sufrieron
mucho por lo que habrá que esperar cambios en las dinámicas de las playas del
litoral norte, en el que se emprendía un proceso de recuperación con la
eliminación de construcciones sobre las zonas de protección.
El especialista no descartó la
necesidad de realizar estudios más profundos para conocer los daños, por
ejemplo, en las colonias de corales y el lecho marino. Agregó que el impacto de
huracanes de gran intensidad puede considerarse ya como otra evidencia del
cambio climático.
Dos de las más grandes áreas
protegidas del oriental territorio se encuentran ubicadas en la costa norte:
Bahía de Nuevas Grandes-La Isleta y Bahía de Malagueta, en las que podemos
hallar ejemplares como el cocodrilo acutus, manatíes, varias especies de aves y
anolis, moluscos y quelonios.
Las regiones sirven de sitio de
alimentación y reproducción a aves migratorias como los flamencos rosados y
diversas especies de patos.
La existencia de una población de
manglares en un buen estado de conservación limitó las penetraciones del mar,
por ejemplo, en comunidades como Cascarero, en el municipio de Jesús Menéndez,
según dieron fe habitantes del lugar.
El huracán Irma transitó a 100
kilómetros de Las Tunas el viernes 8 de septiembre, impactando en la costa
norte con vientos superiores a los 100 kilómetros por hora, olas de más de
cuatro metros y lluvias intensas.
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