Hoy tampoco se duerme en Cuba,
tal como cuando el peligroso y "supergrande" huracán Irma decidió
amenazarnos y pegarse a la costa norte de la Isla. No hay punto de la geografía
insular enel que escobas, sierras, azadones, rastrillos, camiones, martillos,
clavos y cuanta herramienta exista para arreglar alguna cosa rota.
En medio de las tensiones ayudó
mucho que, luego de meses de espera y largas colas para hacer los contratos, se
vendiera de manera liberada el gas licuado, las populares "balitas",
porque las afectaciones del servicio eléctrico esculpieron la oscuridad que
cubre alma y vida ante ciclones como Irma, calificado por los expertos como el
más potente de los formados en la cuenca del Atlántico.
Este miércoles por la ciudad
capital, la mañana despertó con uniformes escolares, mientras los trabajadores,
en los lugares menos perjudicados, regalaban una imagen prácticamente igual a
la que había antes del paso del fuerte evento hidrometeorológico. La fase de
recuperación, desde la noche del domingo último, desató -mantiene- un
hormiguero humano por doquier para levantar la vida que la furia de Irma nos
quiso quitar.
La agricultura -uno de los
sectores más golpeados por los vientos-
puso en práctica el programa de siembra de productos de ciclo corto,
como yuca, boniato, maíz y calabaza para garantizar la alimentación en los
meses siguientes, al tiempo que impulsa hortalizas como tomate, lechuga,
pepino, col y pimiento.
Los mayores daños ocasionados por
el huracán Irma a la provincia se localizan en el municipio de Jesús Menéndez,
donde fueron afectadas mil 75 hectáreas de plátano, y de estas 550 resultaron
devastadas, aunque también el impacto de los vientos y la lluvia deterioraron a
600 hectáreas de boniato y 143 de yuca, señala una información del colega Róger
Aguilera, de la ACN.
En cualquier sitio el laboreo de
mujeres, hombres, jóvenes y niños, junto a los consejos de defensa, las
organizaciones de masas y las máximas direcciones políticas y gubernamentales,
salvan el terruño y defienden el mañana. Las Tunas no es diferente de sus
provincias hermanas.
En Cuba, si por estos días un
nombre propio de mujer, Irma, de seguro fue el más nombrado, apenas 72 horas
después las manos cobijan la esperanza... y, justo ahí, las malévolas fuerzas
del horrendo ciclón, se desvanecen, y la Isla y el Balcón de Oriente volverán a
tener el verde hermoso que adorna sus valles y montañas. La unidad es el don de
esta confianza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario