El cambio climático, la contaminación y el impacto de las
tendencias demográficas en un contexto económico adverso, constituyen el
principal desafío de la ciencia y la gestión ambiental en la provincia de Las
Tunas para garantizar un desarrollo sostenible.
Durante la Asamblea de Balance del quehacer del Ministerio
de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) en el oriental territorio,
expertos e investigadores coincidieron en destacar los avances en el Manejo
Integrado Costero, la reforestación, el control de especies exóticas invasoras,
las áreas protegidas y las fuentes renovables de energía.
En el año 2016 la actividad agrícola fue uno de los
principales escenarios de la actividad científica y ambiental con la puesta en
práctica de alrededor de un centenar de proyectos para el manejo de suelos, la
introducción de cultivos resistentes a la sequía y el uso del agua.
En igual etapa se registró un deterioro en los sistemas de
tratamiento de residuales lo que provocó el incremento de la carga contaminante
en lo que influyó además el manejo inadecuado de los desechos. Aún cuando
fueron más evidentes los impactos del cambio climático, la percepción del
riesgo entre la población y decisores es muy baja.
De cara al 2017 el sector en el territorio se plantea llevar
a feliz términos varios programas de gestión ambiental en áreas protegidas
costeras, programas para la protección de especies amenazadas, el apoyo al
desarrollo de las fuentes renovables de energía y la socialización de buenas
prácticas referidas a modelos productivos sostenibles a nivel local.
Elber Torres, delegado provincial del Citma, señaló que es
imprescindible incorporar el componente científico y ambiental a la toma de
decisiones de las actividades productivas, sociales y orientadas al desarrollo,
para lo cual se necesita un sistema de la gestión del conocimiento activo y en
sintonía con las necesidades y problemáticas del territorio.
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