Las Tunas: Al coronar hoy la
zafra con 150 mil toneladas de azúcar puestas en tolvas o en almacenes, los
trabajadores del sector en la provincia dieron un importante paso, camino hacia
el cumplimiento del plan de producción del dulce.
Con ese saldo, el balcón del
oriente cubano supera en casi tres mil toneladas la producción total del pasado
año, cuando la cosecha se prolongó hasta el 6 de junio y los principales
indicadores económicos y de la eficiencia agroindustrial sufrieron notable
deterioro.
Pilares de este alentador balance
han sido los trabajadores de los centrales Majibacoa y Antonio Guiteras,
quienes sostienen con firmeza las banderas de los buenos resultados, en su
gestión integral.
La primera de esas naves hoy
navega por aguas tranquilas y con viento a favor, condiciones que de mantenerse
harán posible que dentro de seis o siete días atraque en el puerto de la
Victoria, con las 61 mil 312 toneladas de azúcar planificadas a bordo.
Así lo considera Geovanis Campos
Sánchez, jefe de la sala de análisis del más joven de los ingenios tuneros,
quien destacó que en los primeros seis días de abril Majibacoa promedia a 600
toneladas de azúcar por jornada, logra un rendimiento industrial de 11,50 por
ciento, muele al 70 y aprovecha al 92 el rendimiento potencial cañero,
parámetros todos por encima de lo programado. "De ahí nuestra confianza en
el triunfo final de la campaña", sentenció.
Por su parte, el buque insignia
de la flota azucarera tunera, Antonio Guiteras, luego de capear tormentosas
situaciones ya carga en sus bodegas 69 mil 898 toneladas de azúcar, dos mil 918
más que todas las que embarcó en la contienda pasada.
En las últimas jornadas logra
molida promedio del 73 por ciento y sobre las 750 toneladas del dulce,
resultados que están en correspondencia con el empeño de su aguerrida
tripulación de llegar este año a las 100 mil toneladas.
No puede decirse lo mismo del
central Amancio Rodríguez, cuya ineficacia mantiene muy comprometida la zafra,
al extremo de acumular un atraso que supera las 17 mil toneladas y resultados
muy pobres en la molida, el rendimiento industrial y en el aprovechamiento del
potencial cañero.
De cualquier manera, sus
trabajadores no se dan por vencidos y buscan variantes que les permitan mejorar
su actuación en los días que allí restan de operaciones.
Mientras persista esa situación
de peligro para el cumplimiento de la zafra en la provincia, hay que mantener
la presión para moler mucho y bien, con eficiencia y calidad.
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