Frente al cambio climático, la sequía, la degradación de los
suelos, la deforestación, la pérdida de diversidad biológica y otros fenómenos,
los agricultores de la provincia de Las Tunas sistematizan las buenas prácticas
y las extienden de productor a productor.
El denominado Movimiento agroecológico de campesino a
campesino se consolida en este territorio al pie del surco, y ya abarca a unas
nueve mil fincas en las cuales se aplican técnicas que son amigables con el
ambiente y permiten diversificar y aumentar las producciones.
Para transferir las mejores experiencias y tecnologías, el
Movimiento cuenta con coordinadores, facilitadores y promotores, dotados de
conocimientos elementales sobre Agronomía, Edafología, Sanidad Vegetal,
Veterinaria, Cambio Climático, otras materias, y, en particular, Agroecología,
ciencia relativamente nueva, con inimaginables perspectivas de desarrollo.
Mediante el continuo intercambio facilitado por esos
activistas, los campesinos y demás productores tuneros llegan a dominar y a
utilizar habitualmente en sus tierras prácticas como las cercas vivas; la
producción de humus de lombriz, compost, coberturas vivas y muertas, otros
abonos orgánicos; el arrope, el manejo integrado de plagas y los microorganismos
eficientes.
También, el laboreo mínimo del suelo, el policultivo, la
creación de berreras vivas y muertas, la siembra en contorno o curvas de nivel,
el drenaje simple, la siembra perpendicular a la pendiente, la corrección de
cárcavas, el uso de tranques, el establecimiento de plantaciones protectoras, y
otras técnicas agroecológicas de probada efectividad.
Esas experiencias fueron expuestas en el IV Evento
Internacional de Agroecología, Agricultura Sostenible y Cooperativismo, que
concluyó el pasado sábado en Güira de Melena, Artemisa, después de haberse
extendido a todas las provincias cubanas.
Una de las razones que demuestran la importancia de este
Movimiento es que Las Tunas cuenta con 161 cooperativas, integradas por 18 mil
asociados, además de otros productores independientes, quienes en conjunto
aportan más del 70 por ciento de los alimentos para el consumo local.